miércoles, 7 de septiembre de 2016

Distintos Conceptos de Juego

 El juego es una actividad presente en todos los seres humanos. Los etólogos lo han identificado con un posible patrón fijo de comportamiento en la ontogénesis humana, que se ha consolidado a lo largo de la evolución de la especie (filogénesis).
 Su universalidad es el mejor indicativo de la función primordial que debe cumplir a lo largo del ciclo vital de cada individuo. Habitualmente se le asocia con la infancia, pero lo cierto es que se manifiesta a lo largo de toda la vida del hombre, incluso hasta en la ancianidad.
Popularmente se le identifica con diversión, satisfacción y ocio, con la actividad contraria a la actividad laboral, que normalmente es evaluada positivamente por quien la realiza.  Pero su trascendencia es mucho mayor, ya que a través del juego las culturas transmiten valores, normas de conducta, resuelven conflictos, educan a sus miembros jóvenes y desarrollan múltiples facetas de su personalidad.
La actividad lúdica posee una naturaleza y unas funciones lo suficientemente complejas, como para que en la actualidad no sea posible una única explicación teórica sobre la misma. Bien porque se aborda desde diferentes marcos teóricos, bien porque los  autores se centran en distintos aspectos de su realidad, lo cierto es que a través de la historia aparecen muy diversas explicaciones sobre la naturaleza del juego y el papel que ha desempeñado y puede seguir desempeñando en la vida humana.
 Pensadores clásicos como Platón y Aristóteles ya daban una gran importancia al aprender jugando, y animaban a los padres para que dieran a sus hijos juguetes que ayudaran a “formar sus mentes” para actividades futuras como adultos.
En la segunda mitad del siglo XIX, aparecen las primeras teorías psicológicas sobre el juego. Spencer  (1855) lo consideraba como el resultado de un exceso de energía acumulada. Mediante el juego se gastan las energías sobrantes (Teoría del excedente de energía). Lázarus (1883), por el contrario, sostenía que los individuos tienden a realizar actividades difíciles y trabajosas que producen fatiga, de las que descansan mediante otras actividades como el juego, que producen relajación (Teoría de la relajación). Por su parte Groos (1898, 1901) concibe el juego como un modo de ejercitar o practicar los instintos antes de que éstos estén completamente desarrollados. El juego consistiría en un ejercicio preparatorio para el desarrollo de funciones que son necesarias para la época adulta. El fin del juego es el juego mismo, realizar la actividad que produce placer (Teoría de la  práctica o del preejercicio).
Iniciado ya el siglo XX, nos encontramos, por ejemplo, con Hall (1904) que asocia el juego con la evolución de la cultura humana: mediante el juego el niño vuelve a experimentar sumariamente la historia de la humanidad (Teoría de la recapitulación). Freud, por su parte, relaciona el juego con la necesidad de la satisfacción de impulsos instintivos de carácter erótico o agresivo, y con la necesidad de expresión y comunicación de sus experiencias vitales y las emociones que acompañan estas experiencias. El juego ayuda al hombre a liberarse de los conflictos y a resolverlos mediante la ficción.
En tiempos más recientes el juego ha sido estudiado e interpretado de acuerdo a los nuevos planteamientos teóricos que han ido surgiendo en Psicología.
Piaget (1932, 1946, 1962, 1966) ha destacado tanto en sus escritos teóricos  como en sus observaciones clínicas la importancia del juego en los procesos de desarrollo. Relaciona el desarrollo de los estadios cognitivos con el desarrollo de la actividad lúdica: las diversas formas de juego que surgen a lo largo del desarrollo infantil son consecuencia directa de las transformaciones que sufren paralelamente las estructuras cognitivas del niño. De los dos componentes que presupone toda adaptación inteligente a la realidad (asimilación y acomodación) y el paso de una estructura cognitiva a otra, el juego es paradigma de la asimilación en cuanto que es la acción infantil por antonomasia, la actividad imprescindible mediante la que el niño  interacciona con una realidad que le desborda. Sternberg (1989), comentando la teoría piagetiana señala que el caso extremo de asimilación es un juego de fantasía en el cual las características físicas de un objeto son ignoradas y el objeto es tratado como si fuera otra cosa. Son muchos los autores que, de acuerdo con la teoría piagetiana, han insistido en la importancia que tiene para el proceso del desarrollo humano la actividad que el propio individuo despliega en sus intentos por comprender la realidad material y social. Los educadores, influidos por la teoría de Piaget revisada, llegan a la conclusión de que la clase tiene que ser un lugar activo, en el que la curiosidad de los niños sea satisfecha con materiales adecuados para explorar, discutir y debatir (Berger y Thompson, 1997). Además, Piaget también fundamenta sus investigaciones sobre el desarrollo moral en el estudio del desarrollo del concepto de norma dentro de los juegos. La forma de relacionarse y entender las normas de los juegos es indicativo del modo cómo evoluciona el concepto de norma social en el niño.
Bruner y Garvey (1977), retomando de alguna forma la teoría del instinto de Gras, consideran que mediante el juego los niños tienen la oportunidad de ejercitar las formas de conducta y los sentimientos que corresponden a la cultura en que viven. El entorno ofrece al niño las posibilidades de desarrollar sus capacidades individuales mediante el juego, mediante el “como si”, que permite que cualquier actividad se convierta en juego (Teoría de la simulación de la cultura). Dentro de esta misma línea, la teoría de Sutton-Smith y Robert (1964, 1981) pone en relación los distintos tipos de juego con los valores que cada cultura promueve: El predominio en los juegos de la fuerza física, el azar o la estrategia estarían relacionados con distintos tipos de economía y organización social (teoría de la enculturización).
Vygotsky (1991), por su parte, se muestra muy crítico con la teoría de Gras respecto al significado del juego, y dice que lo que caracteriza fundamentalmente al juego es que en él se da el inicio del comportamiento conceptual o guiado por las ideas. La actividad del niño durante el juego  transcurre fuera de la percepción directa, en una situación imaginaria. La esencia del juego estriba fundamentalmente en esa situación imaginaria, que altera todo el comportamiento del niño, obligándole a definirse en sus actos y proceder a través de una situación exclusivamente imaginaria. Elkonin (1980), perteneciente a la escuela histórico cultural de Vygotsky (1933, 1966), subraya que lo fundamental en el juego es la naturaleza social de los papeles representados por el niño, que contribuyen al desarrollo de las funciones psicológicas superiores. La teoría histórico cultural de Vygo

Escala de desarrollo resumen

Edad en meses

0-4
5-6
7-9
10-12
Motricidad gruesa
Patalea, levanta y gira la cabeza, sostiene la cabeza al levantarlo de los brazos
Se levanta con los brazos cuando esta tendido boca abajo, se voltea, se sienta con apoyo
Se sienta sin apoyo, gatea arrastrándose.
Se pone de pie, sosteniéndose de, puede mantenerse de pie 5 segundos.
Sonajeras, linterna, juguetes con texturas.
Rodillo, sonajero, juguetes que llamen su atención
Rodillo, pelotas grandes y pequeñas, autitos
Caminadora, pelota, objetos grande que pueda empujar.  
Motricidad Fina
Reflejo de prensión, se lleva el puño a la boca,  Sigue objetos con la mirada, abre y mira sus manitos, sostiene un objeto.
Sostiene objetos pequeños, cambia de mano y sacude un objeto, sostiene un objetos en cada mano, pasa un objeto de una mano a otra
Sostiene objetos con el pulgar e índice, apila cubos uno encima de otro, hace rodar discos o ruedas, saca y mete objetos pequeños de una caja.
Arma torres de grande a chico, come con cuchara y intenta cepillarse los dientes. utiliza la pinza (pulgar-índice)
Sonajeras o peluches de distintos tamaños.
Mordedores, cubos, rasti, pelotas, peluches, sonajeros.
Cubos, mordedores, pelotas, legos, autitos, discos para girar. Bolitas de lana o peluche.
Torres de cubos o discos para armar de grande a chico. Cepillo de dientes, cuchara para babes.
Lenguaje
Llora, se sobresalta con sonidos fuertes. Se expresa con gestos.
Responde a diferentes estímulos, cuando le hablan.  Hace sonidos guturales, sonríe
Pronuncia sonidos silábicos, atiende a la conversación y la televisión, reacciona cuando le llaman,
Niega con la cabeza, llama a la madre, pronuncia algunas palabras de dos sílabas. Repite sonidos cuando se le pide.
Sonajeros, objetos produzcan diferentes sonidos.
Juguetes que produzcan sonidos.
Grabadora, peluches, objetos que hagan sonidos de  animales u otros.
Bits de vocabulario, tarjetas con imágenes de objetos cotidianos, que el niño reconozca.
Socioafectivo
Reconoce a la madre, la voz y rostros familiares, sigue con la mirada a las personas
Entiende actitudes de cariño y violencia, reacciona ante rostros diferentes, grita para expresarse
Ríe a carcajadas, reacciona a su reflejo en el espejo,  comprende órdenes respecto a su esquema corporal, extiende sus brazos para expresar su preferencia.  
Pide objetos o juguetes que él quiera, entrega  juguetes a otra persona,  toma en taza solo, señala partes de su cuerpo.
Peluches, mantillas, espejos.
Peluches, jugar “donde está el bebé”
Fotos de miembros de la familia, peluches de animales, muñecas, señor carapapa.